El 13 de marzo de 1976 un terrorista de ETA asesinó al abuelo de Cristian Matías, el taxista Manuel Albizu. La familia continuó haciendo su vida en el pueblo de Zumaia. Aunque el funeral de Manuel Albizu fue digno y multitudinario, después no se le han hecho reconocimientos ni se ha encontrado a los culpables del atentado.

DATOS PERSONALES:

Nombre: Cristian Matías Albizu

Edad: 31 años (1981)

Profesión: Administrativo

Situación familiar: Soltero

Lugar de origen: Zumaia (Gipuzkoa).

COLECTIVO: Familiares de víctimas.

SUCESOS

- El 13 de marzo de 1976 un terrorista de ETA entró en el taxi en el que trabajaba el abuelo de Cristian Matías, Manuel Albizu. Después de llevarlo al destino que le había encargado, el terrorista disparó por la espalda a Albizu, produciéndole la muerte de forma instantánea.
- La familia continuó haciendo su vida en el pueblo de Zumaia. Aunque el funeral de Manuel Albizu fue digno y multitudinario, después no se le han hecho reconocimientos ni se ha encontrado a los culpables del atentado.

CONSECUENCIAS

“El 13 de marzo de 1976, mi abuelo Manuel Albizu Idiáquez se encontraba en su taxi, cuando le fue requerido el servicio de taxi de una persona que lo llevó al Barrio de San Prudencio en Guetaria (Guipúzcoa)”.

“Esta persona resultó ser un terrorista de ETA que disparó por la espalda a mi abuelo y a consecuencia de lo ocurrido falleció en el acto”.

“Mi abuelo era una persona que realizaba su trabajo y no tenía ningún tipo de vinculación política, jamás estuvo amenazado ni manifestó sentirse preocupado por alguna amenaza de ningún tipo”.

“El cadáver fue encontrado dentro del vehículo con el motor en marcha por una pareja que paseaba por la zona y advirtió a la policía”.

“Mi abuelo era una persona conocida en Zumaia, pues anteriormente había trabajado como guardia municipal, su vivienda estaba muy cerca de la casa cuartel de la Guardia Civil y todos los servicios de taxi que requerían tanto los guardias como sus familiares se los solicitaban a él por una razón de confianza y de cercanía”.

“Por este motivo comenzó a expandirse por el pueblo el rumor de que mi abuelo realizaba tareas de información para la Guardia Civil, aportando datos de personas, lugares etc… vinculados al entorno terrorista. Algo totalmente falso, pero en aquella época cualquier pretexto era válido”.

“ETA reivindicó el asesinato algunos días después por medio de una agencia de prensa Francesa”.

“En aquella época, plena transición, no existía ningún tipo de apoyo institucional para las víctimas del terrorismo, ninguna ayuda, no había ninguna asociación y nunca hemos conocido quiénes han sido los autores materiales del asesinato y ni siquiera si se llegó hacer algún tipo de investigación”.

“Afortunadamente, y a diferencia de otras víctimas de aquella época, mi abuelo tuvo un funeral digno y multitudinario, aunque posteriormente no se le haya vuelto a recordar, ni se le haya realizado ningún tipo de homenaje”.

“Lo triste y desalentador es tener la sensación de que mi abuelo hubiera fallecido de accidente de tráfico o de cualquier otra circunstancia”.

“A día de hoy el tema sigue sin esclarecerse, no hay sentencia, no se conoce si hubo detenciones y lo poco que conocemos ha sido a través de interesarnos y tener que averiguarlo por nuestra cuenta en medios de comunicación y hemerotecas”.

“El tiempo pasa y después de más de 30 años, las víctimas de aquella época las que más sufrieron y abandonadas estuvieron, desconociendo la situación policial y judicial de su caso son también las peor tratadas por la nueva ley estatal de apoyo a víctimas del terrorismo”.

“Sus familiares seguimos viviendo en el mismo municipio y hacemos una vida totalmente normal”.